Telebasura, el gran residuo urbano

Imagina que eres una persona que ha tenido que emigrar de su país donde la vida no te da las oportunidades de buscar un trabajo digno, donde las políticas existentes no hacen que puedas vivir con una libertad plena, donde tu familia intenta sobrevivir en condiciones casi infrahumanas y por eso decides emigrar a un país, cambiar de cultura, de costumbres, de vida social, sin saber si volverás al país donde se encuentran todos tus seres queridos.

Han pasado muchos años, no sabes ya si son tres o más de un lustro, y de pronto alguien te llama diciéndote que te tienen preparada una sorpresa, y tú piensas que no hay mayor sorpresa que poder volver encontrarse con las personas que tanto añoras cada día, pero siempre hay condiciones, has de salir de televisión para que todo el mundo vea que gran programa somos haciendo feliz a la gente, mientras un montón de audiencia (irónicamente gente morbosa sin vida) se dedica a ver lo más profundos sentimientos de gente que ni siquiera conoce.

Y ahí estás tú, sentada contestando preguntas estúpidas a una persona que no conoces de nada, y cuando crees que esa persona es tu ángel de la guarda que va a conseguir acercarte a lo que más quieres, se convierte en el abogado del diablo, un diablo que es tu celosa ex-pareja, esa persona que amabas en un principio y ahora repudias porque te ha maltratado mal y ha jugado contigo porque sabe que estás sola y no tienes a nadie.

Cuando ves que se acerca hacia ti no sabes que hacer, le temes, no sabes como va a reaccionar porque es la primera vez que lo ves con cara de cordero degollado y te saca un anillo para que te comprometas con él todo el resto de tu vida, y tu cabizbaja, aterrorizada dices “no” titubeando, y nada, esa persona que te iba a dar una sorpresa pasa de ti olímpicamente y además en vez de la sorpresa te dan el mayor disgusto de tu vida.

Cuatro días después esa persona con cara de cordero degollado, te degüella a ti, porque el muy desgraciado piensa que es de tu propiedad, y se cree que tiene todo el derecho a quitarte el único que derecho que nadie nos puede arrebatar, la vida.

Ahora te has convertido en la triste protagonista de un programa telebasura, dirigido por gente sin escrúpulos, presentado por hombres y mujeres sin el más mínimo pudor, y la gente que llamaban a tu ex “pobre hombre, que lástima me da” ahora es lo que tu ya sabías desde hace tiempo, un mal nacido.

Me dirá mucha gente que hubieran o no hubiera ido la habrían matado igual, ahí quiero llegar yo. ESTO HA SIDO LA GOTA QUE COLMA EL VASO. Estos programas hacen que nos fijemos en la vida de personas que no conocemos, a los que seguramente nunca conozcamos y a los que dudo yo si algún día sentiremos verdadera idolatría hacia ellos. Programas que se han hecho con toda la parrilla televisiva en este milenio recién estrenado, y todavía siguen emitiéndose. Por favor, ¿qué utilidad podemos sacar a esto?, ¿recibió la mujer rusa compensación económica por el mal trago pasado o por haber ayudado a subir la audiencia?, Nada, y lo peor de todo, el programa ha tenido en exclusiva las imágenes de una víctima de violencia de género y a su asesino. Que vergüenza me daría trabajar en ese programa…, que vergüenza.

Y mientras tanto, ¿la “comunicadora” Patricia Gaztañaga habrá escrito en su diario que puede haber colaborado a que una mujer haya sido asesinada? ¿Tendrán la dignidad de decir, no vamos a seguir con este programa sin sentido para animar a que pasen más casos deplorables como la violencia de género?

Las respuestas son no y no, porque legalmente no se puede hacer nada y a la sociedad morbosa de este país prefiere dar audiencias a basuras como programas del corazón o discusiones matrimoniales.

La verdad cuando hablo con chic@s de trece años o y me dicen que lo que más ven son programas como el “Aquí hay tomate”, “Gran Hermano”, “Supermodelo”, o el ya mencionado “Diario de Patricia”, increíble, y yo a su edad me veía cualquier serie de dibujos animados y al menos tengo algo de nostalgia, ¿esta generación que tendrá?

¿Qué se puede hacer para eliminar esta bazofia de la sociedad? No hay otra solución que ésta: NO VERLA, porque en este país es más fácil censurar una portada de un semanario que casi siempre pasa desapercibido, que un programa que se dedica a hurgar en la vida PRI-VA-DA de famosos y que también atenta contra la integridad de mucha gente en muchísimas ocasiones. Si no hay nada de nuestro agrado en la tele, se apaga, se ahorra energía, y nos dedicamos a hacer eso que nunca tenemos tiempo de realizar.

Será una utopía encontrar una televisión que no dañe a nadie y se pueda censurar, porque por lo visto ahora, hasta Barrio Sésamo no es apto para menores, si al final los que tienen cargos son los que están más enfermos.

Mientras tanto yo no ayudaré a esa audiencia a que siga habiendo programas de esa calaña rosa, seguiré quejándome de la gente que ve esos programas basura, incluyendo a miembros de mi familia que desgraciadamente sí ven este pozo negro televisivo.

 

by “Bafana-Bafana”